martes, 28 de enero de 2020

reflección del Dalai Lama

" Los hombres pierden la salud para hacer dinero, y luego pierden el dinero para recuperar la salud, y por pensar ansiosamente en el futuro, olvidan el presente.
Viven como si nunca fueran a morir y mueren como si nunca hubieran vivido "
- Dalai Lama -
#Reflexiones

lunes, 27 de enero de 2020

Un novio con transtornos poéticos.

Ando buscando por la vida
un novio que tenga trastornos poéticos, compulsivos,
crisis de ansiedad,
inspiración severa,
y adicción a las letras.
Diagnosticado con esa enfermedad crónica
de coleccionista de libros.
Que tenga experiencia
en mujeres como yo,
a las que tildan de ratas de biblioteca,
a las que se les siguen mojando las bragas
leyendo poesía erótica,
letras intempestivas,
a las que su olfato literario
les incite a buscar libros en bazares,
ferias de libros usados
o tianguis callejeros.

Busco novio con un requisito indispensable:
que no se canse de leer libros,
libros,
y más libros.
Que tenga en su mente algo bien seguro:
si no tiene libros en su casa
ni siquiera perdería el tiempo.

Busco novio que tenga disponibilidad para el desmadre
y para desveladas de lectura mutua de textos salvajes,
novio para una relación basada en cursilerías,
versos,
besos
y palabras bonitas.

Busco a alguien que no pierda esa bonita costumbre
de leer cuentos antes de dormir,
que tenga un miedo terrible
a que se le mojen los libros.

Soy honesta
busco novio con biblioteca
para fines de semana,
no quiero que de lunes a viernes
me ande chingan-do
con invitaciones a emborracharnos,
a follar,
pasear,
o caminar...
pongo mis condiciones desde el principio.

Soy la mujer menos celosa,
berrinchuda,
posesiva,
empalagosa,
sobreprotectora,
controladora
y obsesionada...
pero sí lo soy solamente con los libros;
en el amor de pareja soy diferente
sé amar bonito
y tengo ganas de hacerlo nuevamente
de amar bonito,
amar libre,
sin chantajes sin pendejadas.

Definitivamente no llego a los extremos
de encañonarlo con un “o tus libros o yo”,
a veces no entiendo por qué no me encuentro
ni por casualidad
ni de manera fugaz
o por accidente
con esos romances en libertad,
sin dependencia física, ni emocional.

Mi problema es que debo dejar de idealizar tanto
a esos chicos escritores:
pensaba que eran perfectos,
demasiado bellos,
únicos.
Pero los conocí
y los descubrí tan humanos
con pedos existenciales,
mal de amores,
metidas de pata,
cag-adas de palo...
luego pensé y me dije a mí misma
que me gustaban más
como amores platónicos.

Definitivamente me merezco un novio con
un buen cerebro,
defectos
y cosas especiales.

Merezco a alguien que sea bueno para el verbo,
para el sexo,
para el texto,
que me sepa hacer bonito el amor a letras
y no se canse de repetirme el final matón de mi poema favorito...🦋

#Jandy
Alejandra Gonzali

https://www.facebook.com/groups/239667736698050/permalink/481480325850122/

martes, 14 de enero de 2020

El decálogo del escritor de Augusto Monterroso

Decálogo del escritor

1 – Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre.

2 – No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen
tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.

3 – En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: «En literatura no hay nada escrito».

4 – Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.

5 – Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche.

6 – Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.

7 – No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.

8 – Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes.

9 – Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto, estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.

10 – Trata de decir las cosas, de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él.

11 – No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.

12 – Otra vez el lector.
Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones.
Si escribes cosas para el montón, nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el supermercado.

P/D:
El autor da la opción al escritor de descartar dos de estos enunciados y quedarse con los restantes diez en este llamado decálogo del escritor