lunes, 11 de marzo de 2019

Instinto

INSTINTO...
Fui abusada a los 20 años, no recuerdo muy bien esa noche, solo sé que desperté al lado de un hombre o criatura un tanto extraño, de lo sucedido quedé embarazada, un embarazo un poco difícil y un tanto anormal, es mi único hijo, de su padre afortunadamente no volví a saber jamás, así que él se convirtió en el amor de mi vida, cuando estaba de brazos, hacía cosas que resultaban inquietantes pero nunca le puse cuidado, mordía sus dedos con las encías al punto de sacarse sangre lo cual parecía gustarle ,al alimentarlo me sangraba los pechos de la fuerza que el ejercía al morderme, no pensé que fuese un problema ya que todos los bebés muerden, mi pequeño siempre fue un tanto diferente en cuanto a su relación con otros niños, cuándo comenzó a caminar lo llevé a la guardería para que conviviera con más bebés de su edad, pero él los mordía cada que los tenía cerca y yo ya no sabia que hacer, cuando comenzó a hablar decía que los animales se veían deliciosos, yo lloraba, él me abrazaba, me besaba y esa era mi debilidad, al tiempo lo llevé donde un psiquiatra pero lo que me dijo me inquietó al punto de mentirme a mi misma diciendo que el loco era él y no mi hijo, sentía tanto amor por mi pequeño que no veía la magnitud del problema, él no podía convivir con personas porque siempre estaba pensando en lo deliciosas que serían, me aterraba cada que decía algo así, pero es mi hijo.
Viendo que empeoraba su estado, que cada vez era más su deseo de probar la sangre, ver que no mejoraba con ningún médico al que lo hubiera llevado, decidí llevarlo con un curandero, este asustado me sugirió que debía matarlo o llevarlo a un psiquiátrico, pero cómo iba hacer eso con mi hijo, aquel que había estado en mi vientre, no me cabía en la mente, entonces nos mudamos, a una finca lejos de todos.
Al tiempo fue creciendo, no sabia leer ni escribir solo lo poco que yo le enseñé, él es tan inteligente que si hubiera estudiado seria un profesional y quizás solo me mentía para no sentir culpa.
Su adolescencia fue difícil, un chico muy solitario, sin amigos, pero quien querría acercarse a un joven que solo muerde.
Una vez no llegó en la noche y me asusté mucho al pensar que algo le habría pasado o peor aun, que al fin se haya hecho realidad mi temor de que saciara sus ganas de comerse a alguien, al otro día llegó ensangrentado y me dijo que lo habían atropellado, lo bañé y no tenia ninguna herida lo cual se me hizo raro, sentí un escalofrío por todo el cuerpo y lloré, él me abrazó, me besó y me dijo que no me preocupara, que todo estaba bien.
Todas las mañanas llegaba así o peor, comencé a tenerle miedo, al igual que sospechar de sus salidas, una tarde fui al pueblo, me llené de miedo al ver que desde sus desapariciones nocturnas habían desaparecido al menos 10 personas, dudé de mi hijo.
Una noche fue tanto mi miedo de que algo le pasara que decidí seguirlo, camino bastante tiempo hasta que lo vi entrar a una casa abandonaba, el olor que salia de ahí era tan repugnante que quise irme, pero no, tenía que entrar, tenia que ver de una vez por todas si mis sospechas eran ciertas, decidí entrar, rogando encontrar a mi hijo bebiendo con algunos amigos, pero lo que vi me dejó helada, había muchos cadáveres mordidos, muchos ya en descomposición, no pude evitarlo y lloré cubriendome la boca para que no me descubriera, al abrir los ojos vi al fondo una chica que entre quejidos noté que aún estaba viva, dude un poco pero mi sentimiento de culpa fue más grande así que me acerqué, al verme intentó golpearme y no era para menos, ella tenía miedo de terminar como alguno de aquellos cuerpos, intenté calmarla y le dije en susurros que la ayudaria pero debía hacerlo en silencio.
Saqué a la chica y la llevé a un hospital, dudé bastante pero al final le dije que fuera a la policía y con lágrimas en los ojos le dije en donde encontrar a su captor.
Si tan solo hubiera hecho algo antes no habría tenido que entregarlo, me fui a casa, al rato llegó mi hijo, le tenia miedo, me abrazó y besó como siempre, lloré, sin darle detalles le preguntaba, que había hecho mal, en que fallé, él me miraba sorprendido y agachaba su mirada, me pidió perdón por las cosas que había hecho, pero que él no podía evitarlo.
Estaba durmiendo cuando llegó la policía, pero fui tan estúpida que le dije a mi hijo que escapara, ese maldito instinto de madre, esa estúpida sed de protección por la que ahora estoy en este manicomio, resulta ser que esa noche un hombre me vio solo a mi entrar y salir de aquella casa, así que después de los datos que dio la chica y al encontrarme yo sola en la dirección que le di, a pesar de que ella dijo que yo la salvé, todos piensan que en mi locura fui yo quien mató y comió todas esas personas.
Ahora estoy aquí sola, la única persona que me visita es aquella chica, pero a mi hijo no lo volví a ver, solo sé que sigue con vida tras escuchar que siguen desapareciendo personas sin motivo aparente.

Crédito

Mirror en la cuenta de facebook Sociopata.

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